—¡Jimin! ¿Ya estás listo? —preguntó el beta encargado de organizar a los modelos presentes—. Sales después de aquella omega —avisó señalando a la omega que estaba detrás de otras 5 modelos más esperando su turno para entrar a la pasarela.

—¡Ya casi, solo me falta ponerme la gabardina y los zapatos! —respondió Jimin en un grito mientras buscaba apresuradamente en las prendas colgadas que habían en un colgador de ropa la gabardina beige con diseño de cuadros extremadamente pequeños de color rojo y verde, y las botas largas de color blanco con tacón.

Mientras seguía revisando minuciosamente cada una de las prendas se escuchó el sonido de su celular por alguna parte del lugar.

Dejó de buscar lo que se pondría y comenzó a buscarlo hasta que lo encontró sobre un tocador.

Era su madre, cómo siempre, llamándolo antes de alguna pasarela.

A Jimin no le molestaba que lo llamara para desearle suerte, pero ya le habían llamado la atención múltiples veces por retrasarse al estar en llamada con su madre.

—Mamá, ya te dije que si me vas a llamar sea por lo menos una hora antes, justo ahora estoy a punto de entrar a la pasarela y aún no estoy listo —rezongó Jimin a su madre contestado su videollamada.

—¿No se supone que ya deberías estarlo? —preguntó—. Además, ¿qué es lo que te pusieron? Aún no logro entender cómo es que a eso se le llama moda, te hubiesen dado otra cosa —dijo con una mueca la omega más grande llevando todo su rostro cerca de la lente del celular refiriéndose a la ropa que tendría que modelar.

El conjunto era un vestido color beige con café a cuadros diminutos de color verde y rojo que se cerraba con botones y que le llegaba hasta la altura de un poco más arriba de la mitad de sus muslos dejando ver la tersa piel de sus piernas con unas gafas para el sol que se complementaban con las botas y la gabardina que aún no se ponía.

—Me pagan solo para usar lo que ellos quieran y modelarlo, no puedo quejarme por lo que me den, además, no está mal, me gustó el conjunto, es lindo —respondió Jimin con una sonrisa al encontrar lo que se iba a poner en el lugar donde lo maquillaron, solía ser un poco despistado.

—Como digas —bufó—. Por cierto, cariño, quiero que conozcas a alguien —dijo con una sonrisa la omega de ojos azules—. Este es mi nuevo vecino —presentó con mucha emoción en su tono de voz mientras mostraba al alfa por la cámara. El alfa era de tez clara, ojos color avellana, cabello color azabache y una sonrisa muy bonita a su parecer, pero no era su tipo—. Chanyeol es médico y está soltero —dijo lo último en un susurro para que el alfa no escuchara. Jimin solo suspiró derrotado ante la actitud para nada nueva de su madre—. Luce mucho más bonito en persona y sin todo eso que le pusieron —dijo su madre al alfa que se encontraba justo a lado de ella.

—Luzco igual en persona, y el maquillaje que me pusieron lo elegí yo, se me ve muy bien, ¿qué no ves? —respondió indignado el rubio.

—Jimin, ¿ahora sí ya estás listo? —preguntó el beta de hace rato—. Sales en ocho —avisó.

—Ya casi, solo termino de ponerme esta —respondió alzando en una de sus manos la bota de color blanco que le faltaba por colocarse.

—Chanyeol está libre en año nuevo —Jimin sabía que es lo que tramaba su madre con todo eso y se estaba molestando, y que ya faltara menos de 10 minutos para entrar a la pasarela no ayudaba.

—Mamá —se quejó entre dientes para que su madre parara de una buena vez.

—Así que yo pensé que podrían... —la omega hizo caso omiso pero no logró terminar de completar la oración porque Jimin ya le había colgado.

El rubio decidió ignorar a su madre y se terminó de arreglar para dirigirse a la otra chica que se estaba preparando para entrar después de la omega que estaba justo frente a ella.

—¿Te encuentras bien? —preguntó en un tono dulce la omega que seguía antes de él de nombre Sarang, Jimin la había encontrado en una que otra pasarela y habían cruzado algunas palabras pero hasta ahí, no eran los mejores amigos, solo compañeros amistosos de trabajo—. Te ves un poco... ¿Irritado? —dijo con duda tiñendo su tono de voz.

—Un poco —respondió Jimin siendo amable con la chica tratando de disimular su mal humor.

—¿Y qué te tiene así? —preguntó curiosa—. Si no te molesta la pregunta, claro, si sí lo hace podemos hablar de otra cosa, no hay ningún problema —dijo preocupada.

—Oh, no, realmente no me molesta contarte —tranquilizó—. Es mi madre, es solo que... se la pasa constantemente encima de mi tratando de que encuentre a alguna pareja y apenas me acabó de presentar a alguien más para salir con él pero yo no quiero —resumió.

La omega hizo una mueca.

—No se me hace muy lindo que te haga eso, debe respetar tu vida privada, no importa si es tu madre, debe tener límites, si tú no quieres una pareja debe respetar eso sea la razón que sea —aconsejó tirando de la comisuras de sus labios para formar una sonrisa cálida.

—Lo sé, créeme que lo sé, es solo que no entiende las razones, ya me cansé de decirle que no se meta en mi vida romántica pero parece no importarle en lo absoluto —dijo con leve tristeza y enojo mezclados.

Le molestaba que su madre quiera emparejarlo cuando ya dijo que no quería estar en una relación con ningún alfa.

—Es tu turno, Kim, prepárate Park, que sigues después —avisó el beta interrumpiendo su conversación.

—Bueno, fue un gusto hablar contigo, después de aquí podría pasarte mi número e ir a tomar algo o algún otro día, como quieras —propuso la omega sin borrar su hermosa sonrisa.

—Si, me parece bien —aceptó olvidando su mal humor viendo como la otra asentía y entraba a la pasarela dejándolo solo con sus propios pensamientos que estaban inundados por cierto alfa de ojos esmeraldas, rizos revueltos y una hermosa sonrisa.

Y Jimin tal vez estaba pensado seriamente en...

—Park, tu turno, mucha suerte ahí arriba —volvió a interrumpir el beta que lo veía con una sonrisa pintada en su rostro.

—Gracias —respondió amable el ojiazul antes de suspirar y entrar a la pasarela donde montones de personas estaban ansiosas para ver el conjunto que portaba, unas con sus celulares y otras con sus cámaras para fotografiar y grabar como modelaba el conjunto diseñado por Riccardo Tisci.

Jimin amaba tener que modelar, se sentía él mismo cuando tenía que caminar frente a todas esas personas portando conjuntos de ropa de marcas prestigiadas por las personas más famosas en el mundo de la moda.